El live es, sin duda, de los mejores formatos que nos brindan las redes sociales para interactuar con nuestra comunidad. 

La posibilidad de hablar directamente con personas interesadas en tu mensaje te brinda un montón de oportunidades de crecimiento. Lo que antes solo podían hacer marcas con suficiente presupuesto para salir en televisión, ahora lo puede hacer cualquier hijo de vecino con sus cuatro seguidores. El live es una herramienta al alcance de todos. 

Peeeeero…

No cualquier live es efectivo. 

Porque el arte de comunicar no tiene que ver solo con el formato, sino, naturalmente, con la calidad del mensaje y la manera de transmitirlo. Y eso sigue siendo un talento que se debe cultivar y desarrollar con constancia y práctica. 

Afortunadamente vivimos en tiempos en los que lo que abunda son contenidos y espacios para fortalecer nuestras habilidades comunicacionales. 

En este post queremos compartir contigo algunos aspectos que nos parece clave considerar antes de hacer tu live: 

  • ¿Cuál es el objetivo de mi live? 

Esta es la primera pregunta que nos tenemos que hacer para casi todo en la vida. 

Si quieres que tu transmisión en vivo te conduzca a algún lugar, tienes que saber dónde queda ese lugar. 

Vemos gente haciendo lives sobre temas que no tienen nada que ver con su marca o negocio, (como esta chama que quiere hacer un live sobre amor en su cuenta de ponquecitos) ¿cuál es el sentido de hacer esto? 

Muchas veces lo hacemos porque vemos que otros hacen lives y nos sentimos presionados a hacerlos. 

Otras veces queremos tomarnos la foto con alguien que sentimos que nos puede dar visibilidad ante una comunidad que nos interesa, peeeeroooooo… si no tienes claridad sobre lo que quieres lograr y cómo hacerlo, este esfuerzo puede quedarse sin resultados. 

Entonces, siempre es útil hacernos dos preguntas 

¿qué quiero dar? y ¿qué espero recibir? (aplican para los lives y para la vida misma). 

Te listamos algunos objetivos que te pueden dar ideas para identificar los tuyos: 

  • Compartir mis conocimientos y posicionarme como un experto en mi tema 
  • Compartir contenido interesante con potenciales clientes para captarlos 
  • Promover una causa para que las personas la apoyen (por ejemplo si tienes una ONG). 
  • Hacer un live con un aliado que comparte valores y temas conmigo para que ambos crezcamos en la comunidad del otro. 

Entre otros. 

  • Haz una estrategia: 

La estrategia responde al objetivo. Son los pasos que necesitamos dar para llegar a él. 

Definitivamente sacarse un live de la manga de la nada y no verlo en el marco de una estrategia de contenidos un poco más amplia es más o menos hacer lo que hacen los teenagers que hacen directos para divertirse con sus amigos. 

El live no es un objetivo, es un medio para llegar a tu objetivo.

Por ejemplo, imagina que eres cocinera y quieres vender tu recetario o tu curso de cocina. 

Puedes hacer lives para hablar de ingredientes, tipos de cocción, beneficios de algunos alimentos, etc. Pueden ser transmisiones en las que compartas píldoras de lo que darás en tu taller para entusiasmar a esos potenciales clientes. 

Si eres coach, terapéuta, etc, puedes hacer lives donde respondas preguntas de tus seguidores sobre un tema asociado a tu actividad.

Si eres astrólogo o tarotista puedes hacer un live para hablar de las alineaciones de la semana o del mes o hacer una lectura en vivo para tu comunidad. 

  • Sé constante 

Si haces un live a lo loco, espontáneo, de la nada, seguramente tendrá poco alcance. Lo que hemos aprendido de los lives es que se hacen más efectivos conforme se va creando un vínculo con nuestra comunidad. 

Por eso lo ideal es definir una periodicidad (no tiene que ser semanal, incluso puede ser una vez al mes), pero que estés ahí, puntual como un clavel, que ese espacio se pueda convertir en una cita frecuente con tu gente. 

No te tienes que comprometer toda la vida a hacer lives semanales, quincenales o mensuales. Puedes definir series de lives, donde abordes varios temas de interés que conecten con tu objetivo y hasta definir temporadas, como si estuvieras creando tu propia serie o tu show de entrevistas.

  • Haz una estructura sencilla: 

Mucha gente subestima la importancia de planificar mínimamente su live. Como es TAN fácil hacer clic y empezar a hablar creemos que lograr que nuestro mensaje llegue a nuestra audiencia y nos ayude a lograr lo que queremos es igual de sencillo. Nuestra recomendación es que agarres un papelito y le des una estructura a tu transmisión 

¿Qué quieres decir primero para que la gente se enganche y se comprometa con la transmisión? 

Si vas a hablar con alguien, escribe las preguntas que quieres hacerle o los tópicos que piensas tocar (háblalo con tu entrevistado también para que esté #AlertaPendiente).

¿Tienes una llamado a la acción para hacer al final? (invitar a la gente a hacer tu curso, a comprar tu libro, a probar tu consulta, etc). Aquí es clave recordar el objetivo de este live.

  • No te encadenes

Mi maestra Eritza Liendo me enseñó una premisa para comunicar que es infalible: 

“Corto para que te lean

claro para que te entiendan

justo para que te recuerden”. 

No es necesario hacer un live de una hora cuando lo que podemos decir se puede contar en menos tiempo. Recuerda que mientras más breve sea tu live más probabilidades hay de que la gente lo vea completo. Una estructura clara (y flexible) te ayudará a mantener el foco. 

 

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